Jerusalén
Un tributo aromático a la ciudad sagrada, donde la historia, la fe y los aromas del oriente se entrelazan en el aire.
Jerusalén es una fragancia que invita al recogimiento y a la grandeza; un perfume creado para el hombre que busca lo esencial y perdurable.
La salida abre con un acorde místico de incienso y pimienta negra, como el humo que se eleva en los antiguos templos. En el corazón, la nobleza de la rosa damascena se encuentra con el carácter del cedro del Líbano y el exotismo del cardamomo. El fondo, cálido y envolvente, descansa sobre ámbar envejecido, cuero suave y un susurro de sándalo, dejando una estela serena y majestuosa.
Jerusalén: un perfume para quienes portan el peso de la historia con elegancia y convicción.